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El invierno es duro para los coches. El frío extremo reduce la presión de los neumáticos y absorbe energía de la batería. El aceite se espesa y el anticongelante puede congelarse. Luego está la nieve, el hielo y el barro, además de la arena y la sal que se usan para tratar las carreteras. Es por eso que algunas personas montan agitadores de invierno. Pero mientras que el automóvil de invierno de la mayoría de las personas es un Subaru o un SUV, un héroe conduce un Mercedes-AMG GT S 2017 a través de un paisaje helado.
A cargo de limpiarlo, Detail Geek lo llamó “el batidor de invierno más caro del mundo”. Probablemente sea una exageración ya que estamos hablando de un Mercedes-AMG GT S y no de un balde oxidado de $3,000. Pero teniendo en cuenta que la mayoría de los propietarios esconden sus superdeportivos bajo techo en un garaje con clima controlado, hay algo admirable en que alguien conduzca su superdeportivo durante todo el año.
Exterior negro con revestimiento de suciedad. En el interior, el interior de cuero rojo está sorprendentemente limpio, excepto por algo de basura y lo que parece pelo de perro. El lodo negro se acumula en el piso cuando Geek Detail comienza a enjuagar su cuerpo. Voló la puerta atascada antes de comenzar a trabajar en las ruedas, fregando las llantas y los neumáticos. Luego, cubrió todo el auto con jabón y usó un cepillo para detalles en la moldura exterior y los herrajes.
Luego hacia el interior, comenzando con el tapete del piso y luego aspirando la alfombra. Un cepillo suave para detalles elimina la suciedad y el polvo de las molduras y las áreas de difícil acceso. Finalmente, Geek Details limpió y acondicionó la tapicería de cuero antes de limpiarla por completo.
Lo que sí tiene este Mercedes-AMG GT es un revestimiento cerámico que protege la pintura y facilita su lavado. Sin embargo, es una buena idea aplicar un sellador de aerosol de sílice cada cuatro a seis semanas para maximizar la protección de la pintura y prolongar la vida útil del revestimiento cerámico.
El resultado final es un automóvil que parece que nunca ha visto nieve ni ningún tipo de mal tiempo. La transformación no es tan dramática como la del Pontiac G6 abandonado o el BMW M Roadster inundado por el huracán Ian, pero la diferencia es marcada.
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