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Aunque es solo miércoles, Dodge ha tenido una semana bastante ocupada. Además de anunciar nada menos que seis versiones heredadas del Challenger y el Charger, también hemos visto el Challenger Convertible, el regreso del Durango SRT Hellcat para 2023 y una carrocería de fibra de carbono para el Charger de 1970. También hemos estado prometió un muscle car vinculado a SEMA “para los libros de historia”, mientras que Hornet 2023 trae consigo un resurgimiento de la insignia GLH.
¿Que sigue? Tim Kuniskis de Dodge insinuó vagamente otra revelación al final del Día 2 de la Semana de la Velocidad, poco después de que el deportivo crossover compacto hiciera su estreno oficial. De cualquier manera, va a ser “absolutamente ensordecedor”. Sabemos que está ligado al futuro de los muscle cars, un futuro puramente eléctrico. Los vehículos eléctricos son realmente silenciosos, por lo que será interesante ver cómo un automóvil sin motor de combustión puede volverse realmente ruidoso.
A principios de marzo, la empresa matriz Dodge Stellantis expresó al director ejecutivo Carlos Tavares que los muscle cars eléctricos harían “sonidos que no puedes imaginar”. No solo eso, sería “algo sorprendente”. Ya ridiculizado, un muscle car sin ICE saldrá a la venta en 2024 y sería “tan brillante que es impactante”, según el ejecutivo de 63 años.
Poniendo dos y dos juntos, esta declaración reciente puede vincularse a lo que Dodge revelará hoy antes del lanzamiento de un muscle car eléctrico en 2024. Es posible que veamos un concepto que verá una vista previa de un automóvil de producción. Los EV seguirán a los modelos agotados Challenger y Charger “Last Call” con sus motores de gasolina que consumen mucha gasolina.
El auto misterioso que veremos más tarde representará “el próximo gen muscular, la única forma en que Dodge sabe hacerlo”. Nuestro dinero está en un sucesor eléctrico del Challenger o Charger en forma de concepto para indicar que estamos entrando en una nueva era de vehículos eléctricos potentes.
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